¿Sabías que a la hipertensión se la ha conocido de siempre como el asesino silencioso?

Este apelativo le ha venido dado por el hecho de que la hipertensión es un trastorno progresivo capaz de producir daños irreversibles en las paredes arteriales de órganos tan importantes como el corazón, los riñones o el cerebro sin presentar ninguna sintomatología.

Con el tiempo, cifras elevadas de tensión arterial pueden producir deterioro del adecuado funcionamiento de los órganos afectados que, finalmente, pueden verse afectados y se manifiestan con los síntomas específicos de cada tipo de enfermedad. Otras veces, dan la cara en forma de episodios agudos y graves como pueden ser los accidentes cerebrovasculares o los infartos de miocardio, que son una frecuente causa de mortalidad.

Pero, ¿qué es la presión arterial?

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Cuando efectuamos una toma de tensión arterial siempre hablamos de dos tipos de tensiones, la máxima y la mínima. La primera, traduce la presión que se ejerce sobre la pared arterial cuando el corazón, por medio del latido cardiaco, impulsa de forma brusca un bolo de sangre hacia el sistema vascular. Es conocida por ello como la tensión sistólica, ya que coincide con la sístole (latido) del corazón.

La segunda correspondería a la presión que quedaría en el interior de las arterias después de este latido cardiaco. Esta presión es la denominada tensión diastólica o más popularmente conocida como "la mínima" y es la que se corresponde con la diástole cardiaca, que es el estado en el que el corazón se relaja después de un latido.

Los valores de tensión máxima y mínima, deben respetar unos "niveles de seguridad", por debajo de los cuales no se produce ningún daño arterial.

Se considera que existe "hipertensión" cuando la media de tres tomas, separadas en el tiempo, da valores de presión arterial superiores a 140 mm Hg (milímetros de mercurio) para la tensión sistólica y/o superior a 90 mm Hg para la tensión diastólica.

¿Y es muy frecuente la hipertensión?

La hipertensión arterial es un trastorno muy frecuente en nuestro medio. En España por ejemplo existen en la actualidad unos 11 millones de personas con la enfermedad (el 37% de la población adulta, aproximadamente).

Uno de los factores más influyentes en su aparición es la edad y el sobrepeso. A medida que vamos incrementando nuestro peso corporal y nuestra edad, también vamos incrementando los niveles de tensión arterial. Se calcula que en España el 65% de los mayores de 60 años padecen hipertensión.

Otro aspecto muy importante de la enfermedad es que un tercio de los hipertensos no saben que lo son y otro tercio de los que sí lo saben no están bien controlados, a pesar de seguir un tratamiento.

Por esta razón la prevención de la enfermedad y el control periódico de las cifras de presión arterial son medidas de gran importancia para su prevención, incluyendo a todos aquellos que ya han sido diagnosticados y están siguiendo algún tipo de tratamiento.

¿Qué medidas de prevención puedo aplicar?

El estilo de vida juega un papel principal en tu tensión arterial. Un estilo de vida más saludable puede disminuir las cifras habituales de tensión arterial, retrasar la aparición de la hipertensión o reducir la necesidad de medicación, en caso de padecerla. Para ello, SIGUE los siguientes consejos:

1.- Presta atención a tu peso y al perímetro de tu cintura

La reducción de peso en las personas obesas disminuye las cifras de presión arterial y añade beneficios sobre otros factores de riesgo metabólicos, como el azúcar o el colesterol. Reduciendo tan solo 4 o 5 kilos, conseguiremos una reducción de nuestras cifras de tensión.

El perímetro de la cintura, también tiene relación con las cifras de tensión arterial. Existe mayor riesgo de padecerla en varones con perímetro abdominal superior a 102 cm y en mujeres cuya cintura sobrepase los 89 cm.

2.- Olvida la sal. Huye de los alimentos salados

Con nuestros actuales hábitos alimentarios solemos consumir un total de entre 12/15 gramos de sal al día. Estudios clínicos controlados han demostrado que reduciendo la ingesta de sal hasta un máximo de 4/5 gramos por día, podemos reducir nuestra cifras de tensión entre 4-6 mm de Hg, en unas cuantas semanas.

3.-Anímate a realizar ejercicio físico

El ejercicio físico ayuda a reducir el peso de las personas con sobrepeso al incrementar el gasto energético pero, además, el ejercicio físico aeróbico practicado con regularidad puede disminuir, por sí mismo, la presión arterial entre 5 y 7 mm Hg.

4.- El alcohol, sí, pero con moderación

Los que consumen cantidades moderadas de bebidas alcohólicas tienen menor riesgo cardiovascular, pero cuando se consumen cantidades más elevadas se invierte la relación porque puede inducir a aumentos de la tensión arterial. Las dosis máximas permitidas serian de hasta 20 gramos al día en los varones o 10 gramos al día en las mujeres, lo que equivaldría a 1 ó 2 copas de vino y 2 ó 3 cervezas.

5.- Haz una dieta ideal

Una dieta rica en vegetales, frutas, lácteos bajos en grasa, cereales, aves, pescados y nueces, y pobre en carnes rojas y dulces, puede disminuir la tensión arterial hasta 8 mm Hg, y en mayor cuantía si además es pobre en sal.

6.-Abandona definitivamente el tabaco

Ya es de todos conocidos el efecto particularmente adverso que tiene el consumo de cigarrillos, como factor de riesgo cardiovascular. Así que tendremos que hacer un esfuerzo especial para eliminar definitivamente este hábito de nuestras vidas, ya que el padecer a la vez hipertensión y ser fumador incrementa de forma exponencial el riesgo de sufrir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.

Además, los hipertensos que consumen tabaco en una cantidad superior a un paquete diario están más expuestos a desarrollar cuadros de hipertensión maligna y complicaciones cardiovasculares más precoces.

7.- Revisa tu tensión arterial de forma habitual

El diagnóstico de hipertensión requiere verificar cifras tensionales elevadas en varias tomas y en ocasiones separadas. Por ello es útil que realicemos de forma periódica el control de nuestra tensión arterial bien sea de forma ambulatoria en la farmacia o en nuestra propia casa, si se dispone de un aparato de tomar la tensión fiable.

8.- Visita a tu médico en caso de dudas

Así pues, NO olvides que en caso de presentar cifras elevadas de tensión deberás consultar con tu médico para realizar un mejor control tensional y valorar, en su caso, la necesidad de seguir algún tipo de tratamiento.

 

Original: https://www.quironprevencion.com/blogs/es/prevenidos/hipertension-asesino-silencioso